Bueno, por si a alguien le puede ayudar mi experiencia de cría de esta especie comentaré un poco como ha sido esta. Empecé con dos machitos y tres hembras, todos adultos. Alimentaba muy bien a las hembras y siendo primavera no tuve problema en conseguir una especie alóctona y catalogada como especie invasora en la Isla como es la Pieris rapae. Intenté en ese momento su reproducción y dejaba al macho cerca de la hembra. El macho nada más ver a la hembra se acercaba sigiloso pero sin problema ya que mantenía a la hembra comiendo hasta que saltaba a su espalda y le daba pequeños golpecitos con sus patas delanteras en sus alas para tranquilizarla. Una vez así los introducía en un cubo de malla fina en el que permanecían 2 o 3 días.
Este era el cubo de malla que utilicé en el que se puede ver todavía los restos de las oothecas puestas en su momento.
A la hembra había que alimentarla constantemente para minimizar las probabilidades de que se comiera al macho. El macho en la espalda de la hembra de vez en cuando comía pequeñas presas mientras la hembra se alimentaba. Con dos machos pude fecundar con éxito a las tres hembras. Uno de los machos fecundó a dos hembras y en la segunda lo dejé tanto tiempo montado sobre la hembra que esta terminó por comérselo cuando ya había cumplido su papel. Las hembras las dejaba posteriormente a solas en este cubo de malla y al cabo de tres o cuatro semanas empezaban a poner sus oothecas alargadas y blancas sobre la malla. A lo largo de su vida pusieron hasta tres oothecas cada una. De las cuales nacieron las pequeñas ninfas al cabo de unos meses.
La temperatura en casa se mantenía en verano prácticamente igual que en primavera en unos 25-26 grados centígrados y un 70 % de humedad. De esta manera prácticamente no demandan agua para beber en estado adulto, les vale con las presas. Cuando nacieron las ninfas tuve muchas pérdidas de oothecas enteras al principio por mi ignorancia. Las ninfas no comen hasta pasar unos dos o tres días pero deben beber agua para hidratarse sino terminan muriendo. Pulvericé entonces agua sobre la malla del cubo desde su nacimiento de tal manera que las gotas quedara sobre la malla pero no se adhirieran a las ninfas ya que pueden ahogarse o quedarse pegadas a la superficie en la que están en contacto, por ello el cubo de malla era ideal.
Al tercer día empezaba a alimentarlas con Drosophila melanogaster y empezaron a comer. Así pasaron los primeros estadios, L2, L3 y posteriormente pase a la Drosophila hydei en el L4 en adelante hasta que en la penúltima muda empecé a darle presas de mayor tamaño.
El problema es que a finales del verano aquí no hay mariposas ni tiendas en las que vendan asticot, ni moscarda ni ningún otro insecto volador y no voy a utilizar presas silvestres autóctonas. Por todo esto no me quedó más remedio que utilizar lo único que encontré en la tienda de animales, grillos.
Se que es una mantis que principalmente come insectos voladores y por lo que había leído los grillos le podían provocar diarrea, vómitos o incluso llegar a morir por ello. Los machos y hembras comían grillos de pequeño tamaño inicialmente, después grillos de mayor tamaño y por último grillos en su penúltima y última muda. Por ahora no he tenido bajas, ni vómitos ni diarrea y eso que tengo unas 15 hembras faltándole una muda para ser adultas, 4 machos ya adultos y algunas ninfas de menor tamaño. Yo no he observado objetivamente ningún problema en la ingesta de grillos por parte de esta especie utilizando el grillo como única especie de insecto con la que alimentaba a mis mantis. Espero no tener problemas ahora faltándole una muda. Actualmente las mantengo en bates de plástico con tapa de 1 litro de capacidad y malla muy fina en la tapa con unos agujeros para la renovación de aire.
Detalle de la tapa
El principal problema que observo con esta especie es que el macho llega a su madurez mucho antes que la hembra por lo que para cuando la hembra sea adulta y receptiva, un par de semanas después de su última muda el macho o ya ha muerto o es muy viejo como para fecundar con éxito a la hembra por lo que o bien debemos tener machos de puestas posteriores que muden al mismo tiempo que las hembras o debemos ralentizar el metabolismo del macho disminuyendo la temperatura en la que lo mantenemos en relación a la hembra y disminuyendo también el alimento con respecto a la hembra. Cosa nada fácil en la mayoría de los casos y que requiere mucho esfuerzo y trabajo y si bien esta especie vale la pena, en nuestra vida cotidiana, en la mayoría de los casos, esta dedicación diaria es prácticamente imposible.
Podemos observar un macho adulto en la foto superior.
Bueno, he querido mostrar con este tostón mi experiencia hasta el momento con este, mi primer mántido. Como primera experiencia con mantis he disfrutado mucho hasta el momento y espero seguir haciéndolo con esta y otras especies.
Un saludo.