Pues así de momento me viene a la cabeza que se puede observar bastante variabilidad intraespecífica en algunos Obrimini (Sungaya, Trachyaretaon, Brasidas...), Lonchodini (Phenacephorus, Mnesilochus, Hermagoras...) y en Hesperophasmatini (Lamponius, Hesperophasma...), tanto a nivel de coloración como de ornamentación. Influenciados por las condiciones ambientales y el entorno. Seguramente habrá más en los que ahora mismo no caigo.
En la naturaleza, otro factor que condiciona morfológicamente es la altitud. Imagina una especie para la que se encuentran poblaciones a diferentes altitudes de una montaña alta; a más altitud menor tamaño presentarán los ejemplares de las diferentes poblaciones.
La coloración en algunas especies puede variar ligeramente incluso en función del ritmo circadiano, hay alguna que otra publicación antigua sobre esto en Carausius morosus si no recuerdo mal.